Leer la realidad colombiana a través de los libros que la expresan puede parecer una empresa superflua. Siempre vamos un paso atrás de sus vertiginosas transformaciones y nadie proclama en voz alta su profesión de lector. Pero mirándola en aquella larga duración que va de José Celestino Mutis a Baldomero Sanín Cano, de José María Vargas Vila a Germán Arciniegas, de Hernando Téllez a Gabriel García Márquez un núcleo duro e irreductible subsiste. Esa tensión entre una palabra que nos habla y la violencia que es muda. O, por lo menos, el lenguaje de los que no tienen palabra. Actos de barbarie, mutilación y sangre: el otro lenguaje

PÁGINAS: 240

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